8.3.14

Feliz día, mis compañeras de género

         Ser mujer hoy no significa lo mismo que medio siglo atrás. Hoy en día las mujeres tenemos más oportunidades y derechos reconocidos, más allá del camino que falte recorrer. Pensemos solamente que, no hace mucho tiempo atrás, la población femenina no podía votar ni ejercer su deber ciudadano; como este ejemplo hay miles, relacionados con el ejercicio de profesiones, trabajos, hobbies y muchas actividades que se pensaba no debía desempeñarlas una mujer. En pleno siglo XXI, esta idea se está reemplazando, dando lugar a otra que no prohíbe que una mujer realice una actividad…al menos expresamente.
       Cierto es que las nuevas libertades femeninas vienen acompañadas de nuevas presiones. El hecho de ocupar el mismo puesto de trabajo que un hombre nos somete, muchas veces, a tener menor remuneración por igual tarea, o a ser objeto de comentarios insolentes porque nuestro trabajo o carrera universitaria “son de varones”. La discriminación sigue siendo moneda corriente en una sociedad aún marcada por el machismo. Y la violencia laboral no es la única, lamentablemente: los femicidios y la violencia de género se ven todos los días, muchos de ellos siendo muertes anunciadas porque nadie escuchó las denuncias de la víctima. Y por si fuese poco, los medios masivos de comunicación se empeñan en dar a la sociedad una imagen de la mujer que la sigue mostrando como ama de casa radiante, esbelta y con la casa perfecta para cuando llega su marido de trabajar; dan un modelo estético a seguir prácticamente inexistente, que lleva a muchas mujeres a trastornos serios de la alimentación en su afán por parecerse a lo que ven en la pantalla o en las revistas.
     Se avanzó muchísimo para lograr afianzar los derechos de la mujer, pero aún debe avanzarse más.
¿Qué es lo que quiero como mujer hoy?
     Mis pedidos son simples, son básicos, y deberían cumplirse para cualquier ser humano. Quiero equidad, para poder estar al mismo nivel que un hombre sin burlas, cobrando el mismo sueldo si cumplo la misma tarea. Quiero respeto en todos los ámbitos, e igual trato en cualquier actividad que desee realizar. Quiero poder decidir sobre mi cuerpo y sobre mi vida, y no quiero ser violentada ni que otras mujeres lo sean.


       A las demás mujeres en su día tengo algo que decirles. La sociedad y los medios no definen quiénes son ustedes ni el lugar que ocupan: no los dejen hacerlo. Quiéranse y respétense, amen su cuerpo como es, que así es perfecto (y cuídenlo), y crean en ustedes. La mujer que se quiere y respeta es soberana de sí misma, y así puede lograr lo que quiere hacer, le pese a quien le pese. 
    ¡Feliz día de la mujer!

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